Probé del fruto prohibido
robé de tus labios besos ajenos,
sentí tu piel caliente en mis manos,
aspiré el viril aroma de tu cuerpo
me perdí en el hambre de poseerte, de ser poseída...
Nada importó,
ni el tránsito que circulaba en ese momento,
ni si alguien nos esperaba en casa,
Prendí tu deseo al igual que el mío,
saboreé la embriagues del dulce licor de lo prohibido,
Me dejé llevar, por el embrujo del momento
nada importa, no me importa nada más
solo sentir el dulce calor de tus labios en los míos
explorando, hurgando, robando,
morder, arañar, completar
Sé que me soñarás, como yo te soñaré
Revivirás a cada momento,
lo que se pueda revivir,
pues tu olor está en mí y el mío en ti.
Dulces sueños amor...
Alma
Febrero 14,2010
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