Los signos de vida llegan y
muy pronto estarás en mis brazos
cuanto deseo escuchar tu llanto
anunciando que has llegado.
Reconocerás mi voz,
sabrás cuanto te anhelo,
a quien te parecerás?
a mi? a tu padre? quizá al abuelo.
Cuando te tome en mis brazos,
escucharás mi corazón,
ese que te acompañó nueve meses
ese que te arrulló.
Y comprobaré como siempre, como ahora,
que Dios me ama,
pues me ha enviado, cuatro ángeles
para que no me sienta sola.
martes, noviembre 16, 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)