En la algarabia de la vida, unos van otros vienen,
quien se queda en el camino? quien detiene su andar?
quien acompaña sus pasos? acaso será que en ese caminar continuo
alguien aligera su andar? sosteniendo cual cayado el peso de sus años.
Alguien alguna vez dijo, caminante no hay camino, se hace camino al andar,
por eso no detengo mis pasos, aunque algunas veces tomo un descanso, solo para seguir caminando. Tú tomaste mi mano conduciendome entre amaneceres y ocasos, mostrando con tu ejemplo no rendirse ante los sucesos, para despues sea el guiado quien se convierta en guia de otros pasos.
Caminos sinuosos se presentan a diario, algunas veces en senderos no explorados, algunos siguen camino ya marcado, otros más siguen la huella de un loco atolondrado que tropieza con desgarbo perdiendo la brújula de lo acertado, que decir de aquellos que apenas inician su largo peregrinar anunciado, desorientados aun por la premura de sus años. Yo que llevo aún medio camino andado no miro atras, ni apresuro el paso, cual ciervo llevo el andar con cuidado, tratando de no errar el camino marcado. Llevo como guia la experiencia de mis años cuidando no tropezar como lo hice en el pasado, cuando como aquellos que inician me encontraba desorientado. Guia soy de unos pequeños pies descalzos, que con ansias locas ansian emprender loca carrera entre sueños y juegos, conteniendo sus ansias al freno impuesto reprimo tambien mis ansias de seguir sus sueños compartiendo sus juegos, dificil tarea de aquel que sin terminar aún su andar, a esos pequeños pies tiene que guiar.
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